sábado, 22 de septiembre de 2012

Corremos entre notas, callamos en los silencios, saltamos entre corcheas, caminamos en momentos lentos, sentimos el sonido de un instrumentos, nos enfadamos cuando no conseguimos algo, pero nos reímos al descubrir lo fácil que era. Y es que nos encanta perdernos entre notas, silencios, tiempos lentos y rápidos, acordes, canciones de jazz, blues y otros cien tipos más.
Nos encanta parar el mundo y escuchar, solo escuchar.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Con solo una sonrisa.

Con solo una sonrisa se puede parar el mundo, o puede girar más rápido de lo que giraba antes, puedes ser mucho más feliz y raramente puedes estar más triste. Las sonrisas expresan más que una felicidad. Expresan que te sientes bien contigo y con los demás, que te gusta el momento preciso en el que la has sacado, expresan millones de sensaciones que depende de lo que ocurra es una u otra.
Una sonrisa es esa curva tan preciosa de nuestra cara que pocas personas saben sacar con cualquier tontería, pero muchas pueden hacerla desaparecer, por eso una sonrisa es más valiosa que cualquier palabra.


sábado, 1 de septiembre de 2012

"La vida no es feliz, solo hay momentos felices."

Veo pasar las horas en el reloj y recuerdo los 1001 momentos cargados en mi espalda que me acompañan y me acompañarán siempre. Para bien o para mal todos te marcan de una u otra forma. Recordamos pequeñas cosas que los demás nos dijeron o hicieron por nosotros, a pesar de que algunas ya no están o te fallaron. Recordamos mañanas en las que  madrugamos para algo especial, mañanas en las que despertamos con alguien especial; tardes de risas, tal vez de lágrimas, tardes de verano, tardes lluviosas, tardes de fotos..; noches de "fiestas pijamas", noches calurosas o frías, noches de fiesta, noches con miedo.
A veces también recordamos momentos amargos, o momentos embarazosos, pero que al cabo del tiempo se van borrando poco a poco hasta quedar una pequeña marca que tapamos para no verla más.
Luego también hay momentos en los que nos enfadamos con personas de nuestro alrededor y a partir de ese enfado puede que incluso no vuelvas a hablar con esa persona, quizás era la opción correcta o quizás no, pero con el tiempo supongo que aprendemos a rectificar y a perdonar, aunque nunca consigamos olvidar del todo.
A fin de cuentas y a pesar de todos los momentos que vivimos, nos quedamos con los buenos momentos, y las buenas sonrisas.