Por aquella ventana divisé millones de imágenes y sonidos que llegaron a mi memoria. Tardes jugando con una pelota, o al pilla-pilla, saltando a la comba, bailando, corriendo detrás de los perros, tropezando, cayendo y levantando; risas, llantos, gritos de alegría, conversaciones, murmullos, primos, el cantar de los pájaros, la brisa del viento, las voces de vecino. Por aquella ventana divisé recuerdos de una infancia.
-La casa de mi abuela.
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