'Hay lugares donde perdemos el miedo, donde nos sumergimos en un viaje lleno de recuerdos, olores y pequeños rincones.Podría decir millones de sitios donde perderme y esta vez elegiría la casa de mi abuela, Cádiar. Siempre subo a lo alto de esa casa vieja, que tantos años lleva atrás y me pierdo entre libros, cartas y paisajes. Otras veces me subo al terrao' de la cochera y dejo que el sol me acaricie y que la brisa juegue con mi pelo. Me gusta esa capacidad que tienen los lugares de reconfortarnos y hacernos sentir a gusto, me gusta llegar a un lugar y perder todo lo malo, olvidar todo y echar a correr entre palabras o sonidos que necesitábamos escuchar.'