'Hay lugares donde perdemos el miedo, donde nos sumergimos en un viaje lleno de recuerdos, olores y pequeños rincones.Podría decir millones de sitios donde perderme y esta vez elegiría la casa de mi abuela, Cádiar. Siempre subo a lo alto de esa casa vieja, que tantos años lleva atrás y me pierdo entre libros, cartas y paisajes. Otras veces me subo al terrao' de la cochera y dejo que el sol me acaricie y que la brisa juegue con mi pelo. Me gusta esa capacidad que tienen los lugares de reconfortarnos y hacernos sentir a gusto, me gusta llegar a un lugar y perder todo lo malo, olvidar todo y echar a correr entre palabras o sonidos que necesitábamos escuchar.'
La casa de la abuela tiene rincones secretos que sólo ella y nosotros tres conocemos. uuuuuuuuuuuu. En las cámaras hay libros interesantes y cuadernos de apuntes y postales. Las dedicatorias son de lo mas interesante. Un abrazo y ya veo que eres portadora de los genes literarios de algún antepasado nuestro en versión prosa. Muy bien.
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