Siempre he sabido que mis piernas nunca iban a ir al ritmo de los demás, que a veces ando bajo tierra y otras sobre las nubes y no sé a ciencia cierta si con quien ando es de verdad o una ilusión, que no me gustan las malas caras, que se me da mejor suspirar que respirar y que nunca estoy aquí de verdad. Hay una marioneta por ahí arriba que nos mueve a su antojo y maldita su forma de manipular que nos coloca fatal (o que no consigue encajarnos bien ). Yo sé que da igual que pasen horas, minutos o segundos que cualquier momento se me hará eterno si no me gusta donde piso y fugaz si me sueltan rápido la mano. Odio esa sonrisa que nos sale cuando hemos visto algo que nos gusta o alguien nos dice algo dando a entender que nos conoce, bueno, no es que la odie, es que activa la palanca de ametralladoras en el estómago y me gusta más estar en calma. Soy una constante guerra en mi interior y no consigo parar este desorden ilógico de ideas. Ideas que no han parado de revolotear por esta maldita cabeza loca que no para ni un segundo (ni cuando duermo consigo ponerla en blanco) y a veces me provoca tal caos que no soy yo quien habla, si no mi mente-corazón que es como una fusión de cosas que nunca querrías explicar. Y ahora de repente por si no tuviese ya cosas metidas en la cabeza se me ponen por delante otros trescientos sesenta y cinco días nuevos por exprimir o al menos intentarlo. Es bastante irónico sentir vacío y tener la cabeza llena de cosas, pero es que la vida es irónica de cojones y más que enseñar yo creo que le gusta llevarnos la contraria.
Al final no sé como pero siempre acabo en esa esfera blanca que sale de noche y me da un poquito de paz, me deja perderme y cometer cualquier pecado. Espero que algún día de estos trescientos sesenta y cinco que vienen por delante la persona que se esconde en la otra cara de esta admirable esfera se deje ver, aunque sea un poquito ya que es la que me relaja cuando estoy apunto de explotar y la que me observa (estoy segura) cuando saco mi cámara y fotografío los lunares, risas y payasadas que más me gustan.
martes, 31 de diciembre de 2013
miércoles, 23 de octubre de 2013
'En Granada se limita el tiempo, el espacio, el mar, la luna, las distancias… hay necesidad de limitar, de domesticar los términos inmensos.'- Lorca.
Calles abarrotadas, olor a especias, la catedral, las gitanas que se acercan a darte romero (y a las que mi madre responde con un 'yo también soy del polígono' para dejarlas ir), edificios desgastados y por contra los más nuevos a las afueras. Entre esas calles abarrotadas que engloba Puerta Real y dónde empiezas a descubrir uno de los posiblemente cientos de monumentos que te puedes encontrar, está la estatua donde la Reina Isabel le concede el permiso a Colón para hacer su viaje a las Indias. Y si subiendo la calle recogidas giramos a la derecha sería inevitable dejarse rozar por el frío de un río, el Darro.
Adentrándome en la Alcaicería dónde las alfombras, camisetas, bolsos y vestidos sobresalen de las tiendas, desbordando las fachadas. Al igual que en la calle Calderería, sólo que en ésta se respira un fuerte olor a tetería e incienso. Y si todas estás calles que acabo de nombrar (y las que no he nombrado) están tan abarrotadas, en parte se debe a esos bares granaínos de los que nadie (nadie de nadie) sale con hambre, por que otra cosa puede faltar pero buenas y grandes tapas no.
Y dejando atrás todas las calles, barrios e incluso pequeños pueblos, entre ellos, La Zubia, Monachil, Alfacar, Fuente Vaqueros, alrededor de Granada, subimos hasta llegar a la fortaleza dónde hace más de 500 años el rey nazarí de Granada, Boabdil, reinó hasta ser expulsado en 1492 e irse a llorar al Suspiro del Moro. La Alhambra en sí es una pequeña ciudad andalusí de la que seguramente muchos vivan enamorados, ya que compuesta por la alcazaba y sus torres, los palacios nazaríes, el mexuar, el patio de los Arrayanes, la torre de Comares, el patio y la fuente de los leones, varias salas, el Partal, el Palacio de Carlos V y el gran Generalife con sus bellísimos jardines, hacen que sea inevitable dejarse llevar por la belleza de esta pequeña ciudad.
Y ya no es sólo la belleza de todos esos monumentos, si no también la de su música y poesía. Ya que Granada ha sido inspiración de muchos poetas, escritores y músicos. Entre otros, Federico García Lorca, que cada verano deja caer sus poemas en el escenario de los jardines del Generalife bajo la luna y sus obras en el Corral del Carbón y Washington Irving en su libro 'Cuentos de la Alhambra.'. Manuel de Falla, que dejó reflejado al Generalife en el primer movimiento de 'Noches en los jardines de España.' y Francisco Tárrega que se inspiró en esta fortaleza en su obra 'Recuerdos de la Alhambra.'
Pero si hay un lugar dónde la brisa del atardecer y la belleza de esta ciudad se puede apreciar ese lugar es el Mirador de San Nicolás. Ya lo decía esa frase tan famosa 'Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada.'
Adentrándome en la Alcaicería dónde las alfombras, camisetas, bolsos y vestidos sobresalen de las tiendas, desbordando las fachadas. Al igual que en la calle Calderería, sólo que en ésta se respira un fuerte olor a tetería e incienso. Y si todas estás calles que acabo de nombrar (y las que no he nombrado) están tan abarrotadas, en parte se debe a esos bares granaínos de los que nadie (nadie de nadie) sale con hambre, por que otra cosa puede faltar pero buenas y grandes tapas no.
Y dejando atrás todas las calles, barrios e incluso pequeños pueblos, entre ellos, La Zubia, Monachil, Alfacar, Fuente Vaqueros, alrededor de Granada, subimos hasta llegar a la fortaleza dónde hace más de 500 años el rey nazarí de Granada, Boabdil, reinó hasta ser expulsado en 1492 e irse a llorar al Suspiro del Moro. La Alhambra en sí es una pequeña ciudad andalusí de la que seguramente muchos vivan enamorados, ya que compuesta por la alcazaba y sus torres, los palacios nazaríes, el mexuar, el patio de los Arrayanes, la torre de Comares, el patio y la fuente de los leones, varias salas, el Partal, el Palacio de Carlos V y el gran Generalife con sus bellísimos jardines, hacen que sea inevitable dejarse llevar por la belleza de esta pequeña ciudad.
Y ya no es sólo la belleza de todos esos monumentos, si no también la de su música y poesía. Ya que Granada ha sido inspiración de muchos poetas, escritores y músicos. Entre otros, Federico García Lorca, que cada verano deja caer sus poemas en el escenario de los jardines del Generalife bajo la luna y sus obras en el Corral del Carbón y Washington Irving en su libro 'Cuentos de la Alhambra.'. Manuel de Falla, que dejó reflejado al Generalife en el primer movimiento de 'Noches en los jardines de España.' y Francisco Tárrega que se inspiró en esta fortaleza en su obra 'Recuerdos de la Alhambra.'
Pero si hay un lugar dónde la brisa del atardecer y la belleza de esta ciudad se puede apreciar ese lugar es el Mirador de San Nicolás. Ya lo decía esa frase tan famosa 'Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada.'
(Granada, bella y esquiva. Dónde todo es posible menos acabar de conocerla.)
jueves, 10 de octubre de 2013
☾
No cuento los días, tampoco las horas ni los minutos, hace tiempo descubrí que contarlos era algo que me deterioraba y no quería descomponerme tan pronto. Cuento las sonrisas, las lágrimas que desembocan en la mejilla, los momentos que encojen y ensanchan el corazón, las frases que enseñan, los pasos que llevan a los momentos más difíciles, los aplausos merecidos, las caricias que rozan como la brisa del viento y los amigos con los dedos de una mano.
Sólo despego los labios para embalarme e intentar no ahogarme cantando una canción de rap, para suavizar la letra de una conocida canción o para dejarme la garganta en otra con el pelo alborotado y los cuernos hacia arriba. Las demás palabras son tonterías y frases que junto en mi cabeza y sin querer se escapan entre los labios. Cuando callo estoy ausente, distraída, pensativa, seria o quizás risueña si se escapa una sonrisa a compás de un pensamiento. Soy paz por fuera y guerra por dentro. Fuera noto los rayos del sol aunque por dentro haya una tormenta. Los relámpagos son los latidos del corazón y cuando duermo mi interior está despejado, pero una vez abiertos los ojos todo empieza a funcionar y vuelve la tempestad. Dentro soy un pirata vigilando su navegación y fuera tan sólo soy una joven en un faro fundido. Sé que alguien tiene la vela que encienda éste lugar, mientras, disfruto de mis pequeñas salvaciones, entre ellas, la música, una mano amiga y un buen libro, en esta torre sobre la orilla desde dónde oigo el rumor de las olas sin necesidad de rozar el agua.
Sólo despego los labios para embalarme e intentar no ahogarme cantando una canción de rap, para suavizar la letra de una conocida canción o para dejarme la garganta en otra con el pelo alborotado y los cuernos hacia arriba. Las demás palabras son tonterías y frases que junto en mi cabeza y sin querer se escapan entre los labios. Cuando callo estoy ausente, distraída, pensativa, seria o quizás risueña si se escapa una sonrisa a compás de un pensamiento. Soy paz por fuera y guerra por dentro. Fuera noto los rayos del sol aunque por dentro haya una tormenta. Los relámpagos son los latidos del corazón y cuando duermo mi interior está despejado, pero una vez abiertos los ojos todo empieza a funcionar y vuelve la tempestad. Dentro soy un pirata vigilando su navegación y fuera tan sólo soy una joven en un faro fundido. Sé que alguien tiene la vela que encienda éste lugar, mientras, disfruto de mis pequeñas salvaciones, entre ellas, la música, una mano amiga y un buen libro, en esta torre sobre la orilla desde dónde oigo el rumor de las olas sin necesidad de rozar el agua.
sábado, 28 de septiembre de 2013
'El sonido de una risa franca puede llegar mejor al corazón que el más potente de los gritos.' M.A.
miércoles, 28 de agosto de 2013
Siempre me faltarán palabras y 'gracias' para las personas que me hacen grande.
He dejado de confiar,de esperar cosas bonitas y de calentar la silla esperando que la gente venga y lo haga
todo. He preferido dejarme guiar por algún que otro consejo amistoso, pero sobre todo he preferido
escucharme a mí. Escuchar lo que quiero, lo que de verdad me hace
importante y lo que de verdad merece la pena. Escuchar a la gente que
hace música para todos, aunque sobre todo la hace para sí mismo. Y
es por eso que éstas líneas me piden a gritos que debo agradecerle
a la música todo y más. Tendría que agradecerle no reprocharme
nada, el estar ahí incondicionalmente, el hacerme disfrutar lo más
grande, con la música he podido reír y llorar, saltar hasta sentir
los pies cansados pero con más fuerza pisando que nunca y me he
dejado la garganta gritando lo que quizás llevaba tiempo esperando
para salir. Todo eso sentí entre mi primer barullo de gente,
buscando desesperadamente con la mirada la entrada de alguien que sin
quererlo al final de la noche nos iba a hacer a todos muy grandes y
que los solos del guitarrista desbordarían nuestra cabeza endulzando
nuestra parte más agria. Por eso hoy, mañana y siempre,
mil gracias a Melendi y a su equipazo, por que esa noche hicieron dar guerra.
(Y que tienes un antojo en lo más bajo de las espalda dónde pierdo la memoria.)
jueves, 1 de agosto de 2013
'Fotografiando lunares desde la luna.'
'A veces me imagino sentada en la luna como si fuera un pequeño muñeco de madera con un reloj en el corazón. Desde allí observo las estrellas y las siento tan tan cerca que me aportan su calor. Mientras, oigo el 'tic, tac' del reloj acompasado a los latidos de mi corazón y pienso si en la otra parte de la luna, la cara que nunca nos deja ver, hay otro pequeño muñeco marcando sus 'tic, tac' al compás de su corazón y también del mío. Y así me siento cerca de alguien que a pesar de ser diferente y estar al otro lado de mi luna tiene algo en común conmigo, los 'tic, tac' de nuestro reloj, los latidos del corazón, la debilidad de sentarse allí para reír o reflexionar. La verdad no sé por que mi otra mitad no se deja ver, a pesar de ser distinto. Sólo sé que mientras mi muñeco de madera espera a enseñarme su debilidad, yo escucharé sus 'tic, tac' al compás de los míos y fotografiaré lunares dando pasitos de astronauta por la luna.'
martes, 2 de julio de 2013
'Las casualidades son las cicatrices del destino.'
He visto salir frases de bocas que nunca me esperaría escuchar y he escuchado los consejos que salen de los dulces labios de personas imposibles de abandonar. Abandonar en el sentido del corazón, de tenerlas guardadas bajo llave en el ático del alma como contaba Zafón en sus libros. Éste también contaba bajo sus personajes que solemos ponernos años de más cuando la vida ya nos los pondrá, y pienso, que ingenuos somos ¿no? Vamos de valientes intentando conquistar el mundo y haciéndonos pasar por alguien que no conocemos y dime ¿qué queremos ser? Queremos ser imitaciones, queremos las cosas ya y cuanto antes mejor, no sabemos esperar, intentamos comprender todo cuando a veces tan solo hay que sentirlo, queremos eso tan bonito que ha conseguido el vecino o esa historia que sale en la tele o en los libros. Tan sólo cuando empiezas a acumular personas en el ático del alma es cuando nos damos cuenta de que las personas y las historias vienes y van y que si queremos algo hay que conseguirlo con uñas y dientes. Somos títeres de nuestras inconsciencia, esperamos y esperamos y volvemos a esperar hasta que descubrimos que la espera es el óxido del alma. Sólo en ese momento sabemos que si dejamos de pensar lo que queríamos que llegara al final llega y se queda, pero se queda por que a pesar de todo hemos aprendido a esperar y a pelear. Al fin y al cabo las casualidades son simples cicatrices del destino.
sábado, 22 de junio de 2013
'Llévame al lugar donde el miedo es solo una palabra más y me olvido de todo.'
sábado, 18 de mayo de 2013
'Naufragando..haciéndose astillas el corazón.'
He naufragado en un mar que no tenía nombre y que estaba lleno de conchas y almejas que escondían en su interior personas y momentos que habían pasado por mi vida. Mi barco era inestable, navegaba sin rumbo esperando a que yo diera el primer paso de darle un destino seguro. Yo tan solo escuchaba el ruido atronador que los pájaros hacían en mi cabeza y me dejaba envolver por un millón de cosas que me impedían navegar. Pero dicen que el silencio es el grito más fuerte y entre el susurro del mar el silencio gritó y fue cuando mi cuerpo dejó de estar enredado por zarzales con espinas, cuando por fin cogí el timón y empecé a abrir una por una las conchas para ver qué y quienes navegaban conmigo. No me arrepentí de tirar algunas y dejarlas en el fondo del mar porque tan solo eran de esas conchas que pasaban y se iban con las olas. Tampoco me arrepentí de repetir con algunas, porque eran conchas que no quería tirar. Sí, quizás me hice astillas el corazón por tocar madera, pero ahora he aprendido a tocar esa madera y a navegar.
viernes, 5 de abril de 2013
'Un pequeño regalo para compesar lo mucho que me habéis dado a cambio de lo poquito que os he podido dar yo.'
Es difícil describir algo con lo que sientes un nudo en el estómago. Es difícil despegarse de algo que te ata muy fuerte, tan fuerte que a veces te asfixia y te deja sin habla. Es que es tan difícil explicar algo que solo puedes entender con música, que solo puedes entender si estás dentro, que solo entiendes cuando lo tienes en ti. Es algo que volverías a repetir 1000 veces y no te cansarías, que te haría reír y llorar todas las veces. Es algo que llega al corazón porque sale de él. Y como una vez dijo Falla, "La música no se hace para que se comprenda, si no para que se sienta.'
lunes, 18 de marzo de 2013
♫
'No tengo un concepto concreto de lo que es la música para mí, es más no sabría definir la música con palabras ni con gestos, si no con lo que es, con sus notas, sus silencios, sus fuertes y pianos, su tristeza y su alegría...Para saber qué es la música solo hace falta saber escuchar. Después ella sola te sabe llenar y trasmitir millones de cosas. Escuchar. Sentir. Escuchar. Sentir. Nada más.'
http://www.youtube.com/watch?v=iviNXc6O6o0
http://www.youtube.com/watch?v=iviNXc6O6o0
domingo, 17 de marzo de 2013
'No me quedan fuerzas, o quizás y tan solo quizás ya me haya rendido. "Rendirse" es un verbo que odio y que me produce una especie de nausea en el estómago y por eso no afirmo que haya dejado de intentar las cosas, si no que las he dejado de lado para retomarlas después, cuando tenga más fuerza. Ahora me siento en una balanza que intento equilibrar con cosas buenas y malas e intento coger cosas muy bonitas para que las feas se queden lejos y no las pueda ver. Creo que poco a poco cuando consiga equilibrar esa balanza seré capaz de reunir la fuerza que se me ha ido cayendo. Que en la vida no se puede tener todo, a veces nos toca arriba y otras abajo.'
viernes, 18 de enero de 2013
'Entre notas, amigos y risas.'
Mientras espero sentada en uno de los bancos dentro del conservatorio me fijo en cada movimiento de las personas que entran y salen. Miro sus zapatos, su ropa, el instrumento que llevan a su espalda o en la mano. También me fijo en sus caras, algunas desganadas que significan que no tienen ganas de entrar a clase, otras decepcionadas que significan que saben que la clase no saldrá bien y no les gusta nada la idea y por dentro se dicen que para la semana que viene estudiarán más aunque en el fondo saben que lo dejarán pasar hasta que un día les salga bien. Y por último están las alegres, unas son las sonrisas inocentes de los niños pequeños que acaban de empezar y que entran a clase ilusionados y con ganas y otras son las que se crean entre amigos y compañeros antes de entrar a clase o en un descanso. Al fin y al cabo, esto es como una segunda casa o como una 'familia' que no tiene edad, conocemos gente, nos reímos, nos enfadamos cuando algo no sale bien, a veces nos aburrimos, nos apoyamos antes de un examen, nos ayudamos con cosas del instrumento o de lenguaje o armonía...pero sobre todo disfrutamos de la música, que para unos más y para otros menos pero es algo que nos complementa y nos une.
sábado, 12 de enero de 2013
'Los besos no se gastan.' Raquel Martos.
"-¿La encuesta tampoco te apetece?
-Es una tontería.
-¿Qué te pasa? ¿Estás enfadada por algo?
-No, es que estoy harta.
-¿De qué?
-De tener que venir a tu casa todos los días. De no tener a mi madre esperándome en mi casa, o una hermana mayor que me enseñe cosas como a ti la tuya...
-Pero mi hermana es tu hermana y mi madre es... Mi madre te quiere como a una más de la familia y todos te queremos como si fueras uno de los nuestros.
-Ya, pero no lo soy. Para ti es muy fácil, tú estás en tu casa y yo vengo, tú lo tienes todo.
-Yo no lo tengo todo, mi madre dice que nadie lo tiene todo. Además, antes yo era la pequeña, la mimada, y ahora las pequeñas somos dos: tú y yo. Y yo lo comparto todo contigo, o sea, que tengo la mitad de todo lo que tenía, pero no me importa porque te tengo a ti y eso es lo mejor que me ha pasado."
-Es una tontería.
-¿Qué te pasa? ¿Estás enfadada por algo?
-No, es que estoy harta.
-¿De qué?
-De tener que venir a tu casa todos los días. De no tener a mi madre esperándome en mi casa, o una hermana mayor que me enseñe cosas como a ti la tuya...
-Pero mi hermana es tu hermana y mi madre es... Mi madre te quiere como a una más de la familia y todos te queremos como si fueras uno de los nuestros.
-Ya, pero no lo soy. Para ti es muy fácil, tú estás en tu casa y yo vengo, tú lo tienes todo.
-Yo no lo tengo todo, mi madre dice que nadie lo tiene todo. Además, antes yo era la pequeña, la mimada, y ahora las pequeñas somos dos: tú y yo. Y yo lo comparto todo contigo, o sea, que tengo la mitad de todo lo que tenía, pero no me importa porque te tengo a ti y eso es lo mejor que me ha pasado."
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